Este siervo de Dios estuvo presente en los orígenes de una obra apostólica importante: Propaganda Popular Católica (PPC), que pretendía llevar a cabo una simbiosis profunda entre periodismo profesional y fe cristiana. Pero para ello se necesitaban unas bases firmes que solo la oración podía asegurar.
Y así nació SINAÍ, una agrupación espiritual de enfermos, creada en 1959 por iniciativa de Lolo y otras cuatro personas de Tarazona, Barcelona, Salamanca y Madrid, para que los padecimientos de los asociados redundasen en beneficio de la prensa católica, que se deseaba fuera como el monte Sinaí: un lugar en el que Dios se revelase.
Doce miembros de la asociación habrían de ofrecer sus sufrimientos y oraciones en favor de un medio de comunicación concreto para que este no mancillase el cerebro de nadie con ese tipo de salpicaduras que, al igual que sucede con las heridas que se le infligen, causan dolor y nunca se curan, e hiciese resplandecer, en la sociedad, la verdad, la esperanza y el amor, misión que compete en definitiva al periodismo católico.
jjfernandezs@vidanueva.es
Revista “Vida Nueva” (Num. 2706) p. 45.